lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz Año 2013


Se nos va el año 2012, esta vez personalmente no tan rápido, pero de todas maneras tampoco tan lento. En el mundo las cosas van de mal en peor, hay guerras, rumores de guerras, terremotos por todos lados y una depravación tal que le podría escarapelar el cuerpo a cualquier puritano o personaje de antaño.

En la tierra del tío Sam desgraciadamente los tiroteos parecen ser como el pan de cada día y este año aun más trágico los niños pagaron los platos rotos por la insania y estupidez de algunos, Europa se va a pique por una inadecuada política económica y social, Latinoamérica llena de dictaduras casi por todos lados y Perú inmerso en sus propios problemas y con la delincuencia levantándose cada vez sin que nadie haga algo por detenerla.

A nivel eclesial vemos iglesias por todos lados y a gusto del cliente y los Pseudo pastores a quienes les gusta trasquilar a las ovejas siguen por allí ganando dinero a costa de los incautos, mientras que la iglesia perseguida sigue luchando en África y Asia sin tener mayor publicidad pero en contraparte en el cielo tendrán una gran recompensa.

Este año muchos creyeron que se acababa el mundo, cuando la Biblia dice que nadie sabe el día ni la hora, pobrecitos, si tan solo miraran al cielo. Aunque Dios está más cerca de lo que imaginan.

Y nos despediremos del 2012 el día de hoy, algunos buscando arriba, otros enfrascados en sus tradiciones, otros chupando hasta quedar tirados, algunos recordando a algún ser querido que ya no está más, otros tantos renegando del sistema.

Pero la verdad es que es un tiempo para reflexionar y preguntarse que nos dejo el año que paso, en que debemos de mejorar y que cosas debemos de corregir, no dejemos pasar que la algarabía de las masas nos contagie, reflexionemos y pidámosle a Dios sabiduría para no solo empezar sino también terminar el 2013 con la frente en alto por los objetivos trazados y logrados.

Feliz Año y que Dios los bendiga a todos. 

viernes, 21 de diciembre de 2012

Feliz Dia dle fin dle Mundo


MATEO 24 

Jesús predice la destrucción del templo

(Mr. 13.1-2; Lc. 21.5-6)

24  Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

Señales antes del fin

(Mr. 13.3-23; Lc. 21.7-24)

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
Y todo esto será principio de dolores.
Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel(el que lee, entienda),
16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;
18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
19 Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;[a]
21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
25 Ya os lo he dicho antes.
26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

La venida del Hijo del Hombre

(Mr. 13.24-37; Lc. 21.25-36; 17.25-36; 12.41-48)

29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.
42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.
48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,
51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Libro de Hageo


Autor: Hageo 1:1 identifica al autor del Libro de Hageo como el Profeta Hageo.

Fecha de su Escritura: El Libro de Hageo fue escrito aproximadamente en el 520 a.C.

Propósito de la Escritura: Hageo buscaba desafiar al pueblo de Dios con respecto a sus prioridades. Él los llamó a reverenciar y glorificar a Dios, construyendo el Templo, a pesar de la oposición local y oficial. Hageo los exhortó a no desanimarse porque este Templo no estuviera tan ricamente decorado como el de Salomón. Los exhortó a volverse de la impureza de sus caminos y a confiar en el soberano poder de Dios. El Libro de Hageo es un recordatorio de los problemas que enfrentó el pueblo de Dios en esos tiempos, de cómo la gente confió valientemente en Dios, y cómo Dios proveyó para sus necesidades.

Versos Clave: Hageo 1:4, “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?”

Hageo 1:5-6, “Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.”

Hageo 2:9, “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.”

Breve Resumen: ¿Reconsiderará el pueblo de Dios sus prioridades, tendrá el valor, y actuará en base a las promesas de Dios? Dios buscó advertir a la gente que buscara Sus palabras. No solo Dios les advirtió, sino que también les ofreció promesas a través de Su siervo Hageo, para motivarlos a seguirlo. Por haber revertido el pueblo de Dios sus prioridades, habiendo fracasado en poner a Dios en el primer lugar de sus vidas, Judá fue enviado al exilio babilónico. En respuesta a la oración de Daniel y en cumplimiento a las promesas de Dios, Dios dirigió a Ciro el rey persa, a permitir que los judíos en exilio regresaran a Jerusalén. Un grupo de judíos regresó a su tierra con gran gozo, puso a Dios en el primer lugar en sus vidas, lo adoraron, y comenzaron a reconstruir el Templo de Jerusalén, sin el apoyo de la gente local que vivía en Palestina. Su valiente fe se encontró con oposición de la población local, así como del gobierno persa, durante aproximadamente 15 años.

Referencias Proféticas: Como con la mayoría de los libros de los profetas menores, Hageo termina con promesas de restauración y bendiciones. En el último verso, Hageo 2:23, Dios utiliza un título distintivamente mesiánico en referencia a Zorobabel, “Siervo mío” (Comparar 2 Samuel 3:18; 1 Reyes 11:34; Isaías 42: 1-9; Ezequiel 37:24,25). A través de Hageo, Dios promete hacerlo como un anillo de sellar, lo cual era un símbolo de honor, autoridad, y poder, algo como un cetro de rey, utilizado para sellar cartas y decretos. Zorobabel, como el anillo de sellar de Dios, representa la casa de David y la reanudación de la línea mesiánica interrumpida por el Exilio. Zorobabel restableció el linaje davídico de los reyes que culminará con el reinado milenial de Cristo. Zorobabel aparece en el linaje de Cristo tanto por parte de José (Mateo 1:12), como por el lado de María (Lucas 3:27).

Aplicación Práctica: El Libro de Hageo llama la atención sobre problemas comunes que la mayoría de la gente enfrenta aún en nuestros días. Hageo nos cuestiona acerca de: 1) examinar nuestras prioridades, para ver si estamos más interesados en nuestros propios placeres que en hacer la obra de Dios; 2) a rechazar una actitud derrotista cuando nos enfrentamos a la oposición o a circunstancias desalentadoras; 3) a confesar nuestras faltas y buscar vivir vidas santas ante Dios; 4) a actuar valientemente por Dios, porque tenemos la seguridad de que Él está con nosotros siempre, y tiene pleno control de nuestras circunstancias; y, 5) a descansar seguros en las manos de Dios, sabiendo que Él nos bendecirá abundantemente, mientras le sirvamos fielmente.

Libro de Sofonias



Autor: Sofonías 1:1 identifica al autor del Libro de Sofonías como el Profeta Sofonías. El nombre Sofonías significa “defendido por Dios.”

Fecha de su Escritura: El Libro de Sofonías fue escrito probablemente entre el 735 y el 725 a.C.

Propósito de la Escritura: El mensaje de Sofonías de juicio y ánimo contiene tres doctrinas importantes: 1). Dios es soberano sobre todas las naciones. 2). Los malos serán castigados y los justos serán reivindicados en el día del juicio. 3). Dios bendice a aquellos que se arrepienten y confían en Él.

Versos Clave: Sofonías 1:18, “Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.”

Sofonías 2:3, “Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová.”

Sofonías 3:17, “Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.”

Breve Resumen: Sofonías pronuncia el juicio del Señor sobre toda la tierra, sobre Judá, sobre las naciones circundantes, sobre Jerusalén, y sobre todas las naciones. Esto es seguido por proclamaciones de la bendición del Señor sobre todas las naciones, y especialmente sobre el remanente fiel de Su pueblo en Judá. 

Sofonías tuvo el valor de hablar con determinación, porque sabía que estaba proclamando la Palabra del Señor. Su libro comienza con “La palabra de Jehová” y termina con “dice Jehová.” Él sabía que ni los muchos dioses que la gente adoraba ni aún el poder de la armada asiria podrían salvarles. Dios es misericordioso y compasivo, pero cuando todas Sus advertencias son ignoradas, ha de esperarse el juicio. El día del juicio de Dios es mencionado frecuentemente en las Escrituras. Los profetas lo llaman el “Día del Señor.” Ellos se refieren a varios eventos, tales como la caída de Jerusalén como a las manifestaciones del Día del Señor, cada una de las cuales apunta hacia el último Día del Señor.

Referencias Proféticas: Gran parte de las bendiciones finales sobre Sión pronunciadas en los versos 14-20, aún están por cumplirse, lo que nos lleva a concluir que estas son profecías mesiánicas que aguardan la Segunda Venida de Cristo para que se lleven a cabo. El Señor ha quitado nuestro castigo solo a través de Cristo, quien vino a morir por los pecados de Su pueblo (Sofonías 3:15; Juan 3:16). Pero Israel aún no ha reconocido a su verdadero Salvador. Esto aún está por suceder (Romanos 11:25-27).

La promesa de paz y seguridad para Israel, un tiempo cuando su Rey esté en medio de ellos, será cumplida cuando Cristo regrese a juzgar y redimir al mundo para Él mismo. Así como Él ascendió a los cielos después de Su resurrección, así también Él regresará y establecerá una nueva Jerusalén sobre la tierra (Apocalipsis 21). En ese tiempo, todas las promesas de Dios para Israel serán cumplidas.

Aplicación Práctica: Con unos pocos ajustes en cuanto a nombres y situaciones, este profeta del siglo VII a.C., podría pararse en nuestros púlpitos de hoy y predicarnos el mismo mensaje de juicio sobre la maldad, y esperanza para quien es fiel. Sofonías nos recuerda que Dios está ofendido por los pecados morales y religiosos de Su pueblo. El pueblo de Dios no escapará del castigo cuando peque deliberadamente. El juicio puede ser doloroso, pero su propósito puede ser redentor más que punitivo. El inevitable castigo de la maldad, nos ofrece un consuelo, en un tiempo cuando parece que el mal está imparable y victorioso. Tenemos la libertad de desobedecer a Dios, pero no la libertad para escapar de las consecuencias de esa desobediencia. Aquellos que son fieles a Dios pueden ser relativamente pocos, pero Él no los olvida.

Libro de Habacuc



Autor: Habacuc 1:1 identifica el Libro de Habacuc como un oráculo del Profeta Habacuc. 

Fecha de su Escritura: El Libro de Habacuc fue escrito probablemente entre el 610 y el 605 a.C.

Propósito de la Escritura: Habacuc se preguntaba por qué Dios estaba permitiendo que Su pueblo elegido estuviera pasando por el presente sufrimiento a manos de sus enemigos. Dios le responde y la fe de Habacuc es restaurada.

Versos Clave: Habacuc 1:2, “¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? 

Habacuc 1:5, “Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.”

Habacuc 1:12, “¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos.”

Habacuc 2:4, “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.”

Habacuc 2:20, “Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.”

Habacuc 3:2, “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira, acuérdate de la misericordia.” 

Habacuc 3:19, “Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.”

Breve Resumen: El Libro de Habacuc comienza con Habacuc clamando a Dios por una respuesta sobre el por qué se le permite sufrir en cautividad al pueblo elegido por Dios (Habacuc 1:1-4). El Señor le da Su respuesta a Habacuc, declarando esencialmente que “aun cuando se os contare, no la creeréis.” (Habacuc 1:5-11). Habacuc continúa entonces diciendo, “Esta bien, Tú eres Dios, pero aún así, dime más acerca del por qué está pasando esto” (Habacuc 1:17-2:1). Entonces Dios le responde nuevamente y le da más información, luego dice que la tierra permanezca en silencio ante Él (Habacuc 2:2-20). Posteriormente, Habacuc escribe una oración expresando su firme fe en Dios, aún en medio de estas pruebas (Habacuc 3:1-19).

Referencias Proféticas: El Apóstol Pablo cita Habacuc 2:4 en dos diferentes ocasiones (Romanos 1:7; Gálatas 3:11) para reiterar la doctrina de la justificación por la fe. La fe que es el don de Dios, y disponible a través de Jesucristo, es al mismo tiempo una fe que salva (Efesios 2:8-9) y una fe que sostiene durante toda la vida. Obtenemos la vida eterna por medio de la fe y vivimos la vida cristiana por la misma fe. A diferencia del “orgullo” en el principio del verso, su alma no es recta dentro de él, y sus deseos no son correctos. Pero nosotros, que somos hechos justicia por la fe en Cristo, somos totalmente justificados, porque Él ha intercambiado Su perfecta justicia por nuestro pecado (2 Corintios 5:21), y nos ha permitido vivir por fe.

Aplicación Práctica: La aplicación para el lector de Habacuc, es que es permisible cuestionarse lo que Dios está haciendo, aunque con respeto y reverencia. Algunas veces no es evidente para nosotros lo que está sucediendo, especialmente si somos entregados al sufrimiento por un tiempo prolongado, o si es que parece que nuestros enemigos están prosperando, mientras que nosotros apenas salimos adelante. El Libro de Habacuc, sin embargo, afirma que Dios es un Dios soberano y omnipotente, quien tiene todas las cosas bajo control. Nosotros sólo necesitamos estar quietos y saber que Él está trabajando. Él es quien dice Ser, y guarda Sus promesas. Él castigará a los impíos. Aún cuando no podamos verlo, Él aún está en el trono del universo. Necesitamos estar enfocados en esto: “Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.” (Habacuc 3:19). Permitirnos ir a las alturas es llevarnos a los lugares altos con Él, donde somos apartados del mundo. A veces la forma en que debemos ir para llegar hasta ahí, es a través del sufrimiento y el dolor, pero si descansamos y confiamos en Él, terminaremos donde Él nos quiere.

Libro de Nahum


Autor: El autor del Libro de Nahúm se identifica a sí mismo como Nahúm (en hebreo “Consolador”) el elcosita (1:1) Hay muchas teorías sobre dónde se encontraba esa ciudad, aunque no hay una evidencia concluyente. Una de tales teorías es que se refiere a la ciudad que más tarde fue llamada Capernaum (lo que literalmente significa “la villa de Nahúm”) en el Mar de Galilea.

Fecha de su Escritura: Dada la limitada cantidad de información que conocemos acerca de Nahúm, lo mejor que podemos hacer es reducir el plazo en el que Libro de Nahúm fue escrito, entre el 663 y el 612 a.C. Dos eventos son mencionados que nos ayudan a determinar estas fechas. Primero, Nahúm menciona a Tebas (No Amón) en Egipto cayendo ante los Asirios (663 a.C.), en tiempo pasado, así que esto ya había sucedido. Segundo, la advertencia de las profecías de Nahúm se cumplieron en 612 a.C. 

Propósito de la Escritura: Nahúm no escribió este libro como una advertencia o “llamado al arrepentimiento” para la gente de Nínive. Dios ya les había enviado al profeta Jonás 150 años antes, con Su promesa de lo que sucedería si ellos continuaban en sus malos caminos. La gente de ese tiempo se había arrepentido, pero ahora vivían de la misma forma o aún más impía de lo que lo hicieron anteriormente. Los asirios se habían hecho terriblemente brutales en sus conquistas (colgando los cuerpos de las víctimas en astas y poniendo su piel en las paredes de sus tiendas entre otras atrocidades). Ahora Nahúm estaba diciéndole a la gente de Judá que no desesperara porque Dios había pronunciado juicio y los asirios recibirían justo lo que merecían.

Versos Clave: Nahúm 1:7, “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.”

Nahúm 1:14a, “Mas acerca de ti mandará Jehová, que no quede ni memoria de tu nombre.”

Nahúm 1:15a, “He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz.” Ver también Isaías 52:7 y Romanos 10:15.

Nahúm 2:13a, “Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos.”

Nahúm 3:19, “No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?”

Breve Resumen: Una vez, Nínive había respondido a la predicación de Jonás y se volvió de sus malos caminos para servir al Señor Dios Jehová. Pero 150 años después, Nínive regresó a la idolatría, violencia, y arrogancia (Nahúm 3:1-4). Una vez más Dios envía a uno de Sus profetas a Nínive, predicando el juicio con la destrucción de la ciudad, y exhortándolos al arrepentimiento. Tristemente, los ninivitas no escucharon las advertencias de Nahúm y la ciudad fue puesta bajo el dominio de Babilonia.

Referencias Proféticas: Pablo repite Nahúm 1:5 en Romanos 10:15, con respecto al Mesías y Su ministerio, así como los apóstoles de Cristo en Su tiempo. También puede ser entendido de cualquier ministro del Evangelio cuya ocupación sea “predicar el Evangelio de la paz.” Dios ha hecho la paz con los pecadores por medio de la sangre de Cristo, y le ha dado a Su pueblo la paz que “sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:7). El trabajo del predicador también es “...anunciar la paz, de los que anuncian buenas nuevas,” cosas tales como la reconciliación, la justificación, el perdón, la vida, y la salvación eterna por un Cristo crucificado. La predicación de tal Evangelio, y el traer tales nuevas, hacen sus pies hermosos. La imagen aquí es de uno que corre hacia otros, deseoso y gozoso de proclamar las Buenas Noticias.

Aplicación Práctica: Dios es paciente y lento para la ira. Él da a cada país tiempo para proclamarlo como su Señor. Pero Él no puede ser burlado. Siempre que un país se aleja de Él y sirve a sus propios intereses, Él da paso al juicio. Hace casi 220 años, los Estados Unidos de América fue formado como una nación guiada por los principios fundamentales de la Biblia. En los últimos 50 años, eso ha cambiado, y ahora se dirigen diariamente a la dirección opuesta. Como cristianos, tenemos el deber de defender los principios bíblicos y la verdad de la Escritura, porque la Verdad es la única esperanza para nuestro y cualquier otro país.

Libro de Miqueas



Autor: El autor del Libro de Miqueas fue el Profeta Miqueas (Miqueas 1:1).

Fecha de su Escritura: El Libro de Miqueas fue escrito probablemente entre el 735 y el 700 a.C.

Propósito de la Escritura: El mensaje del Libro de Miqueas es una compleja mezcla de juicio y esperanza. Por una parte, las profecías anuncian un juicio sobre Israel por la maldad social, el liderazgo corrupto, y la idolatría. Este juicio debía culminar con la destrucción de Samaria y Jerusalén. Por otra parte, el libro proclama no solo la restauración de la nación, sino la transformación y exaltación de Israel y Jerusalén. Sin embargo, los mensajes de esperanza y condenación no son necesariamente contradictorios, puesto que la restauración y transformación tienen lugar solo después del juicio.

Versos Clave: Miqueas 1:2, “Oíd, pueblos todos; está atenta, tierra, y cuanto hay en ti; y Jehová el Señor, el Señor desde su santo templo, sea testigo contra vosotros.”

Miqueas 5:2, “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”

Miqueas 6:8, “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” 

Miqueas 7:18-19, “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.”

Breve Resumen: El profeta condena a los gobernantes, los sacerdotes, y profetas de Israel, quienes explotan y extravían al pueblo. Es debido a sus hechos que Jerusalén será destruida. El profeta Miqueas proclama la liberación de la gente que irá de Jerusalén a Babilonia y concluye con una exhortación para que Jerusalén destruya a las naciones que se han unido contra ella. El gobernante ideal vendría de Belén para defender a la nación y el profeta proclama el triunfo del remanente de Jacob y vislumbra el día cuando Yahvé purgará a la nación de su idolatría y confianza en el poder militar. El profeta expone un poderoso y conciso resumen de los requerimientos de justicia y lealtad de Yahvé, y anuncia el juicio sobre aquellos que han seguido los caminos de Omri y Acab. El libro concluye con una liturgia profética que contiene los elementos de un lamento. Israel confiesa su pecado y su liberación es asegurada a través de los poderosos actos de Jehová.

Referencias Proféticas: Miqueas 5:2 es una profecía Mesiánica citada por los magos que estaban buscando al rey nacido en Belén (Mateo 2:6). Por estar familiarizados estos reyes del oriente con las Escrituras hebreas, ellos sabían que de la pequeña aldea de Belén saldría el Príncipe de Paz, la Luz del mundo. El mensaje de Miqueas del pecado, arrepentimiento, y restauración, encuentra su último cumplimiento en Jesucristo, quien es la propiciación por nuestros pecados (Romanos 3:24-25) y el único camino a Dios (Juan 14:6).

Aplicación Práctica: Dios da advertencias para que no tengamos que sufrir Su ira. El juicio es seguro si las advertencias de Dios no son escuchadas y Su provisión por el pecado en el sacrificio de Su Hijo es rechazada. Para el creyente en Cristo, Dios nos disciplinará –no por odio- sino por el amor que nos tiene. Él sabe que el pecado destruye y quiere que seamos íntegros. Esta plenitud que es la promesa de restauración, espera a aquellos que permanezcan obedientes a Él.

Libro de Jonas


Autor: Jonás 1:1 identifica específicamente al Profeta Jonás como el autor del Libro de Jonás.

Fecha de su Escritura: El Libro de Jonás fue escrito probablemente entre el 793 y el 758 a.C.

Propósito de la Escritura: Desobediencia y avivamiento son los temas clave en este libro. La experiencia de Jonás en el vientre de la ballena, le da la oportunidad única de buscar una liberación singular, mientras él se arrepiente durante este retiro igualmente único. Su desobediencia inicial conduce no solo a su avivamiento personal, sino también al de los ninivitas. Muchos clasifican el avivamiento que Jonás trajo a Nínive como uno de los mayores esfuerzos evangelísticos de todos los tiempos.

Versos Clave: Jonás 1:3, “Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis,…”

Jonás 1:17, “Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.”

Jonás 2:2, “Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seól clamé, y mi voz oíste.” 

Jonás 3:10, “Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.”

Breve Resumen: El temor y el orgullo de Jonás, causan que huya de Dios. Él no desea ir a Nínive a predicar el arrepentimiento a la gente como Dios le había ordenado, porque siente que ellos son sus enemigos. Él está convencido de que Dios no llevará a cabo su amenaza de destruir la ciudad. En vez de ello, aborda un barco para Tarsis, que está en la dirección opuesta. Pronto una embravecida tormenta causa que la tripulación eche suertes y determine que Jonás es el problema. Ellos lo tiran por la borda, y él es tragado por un gran pez. En su vientre por 3 días y 3 noches, Jonás se arrepiente de su pecado hacia Dios, y el pez lo vomita en tierra seca (nos preguntamos qué le hizo tardar tanto en arrepentirse). Jonás entonces hace el viaje de 800 kilómetros a Nínive y conduce a la ciudad a un gran avivamiento. Pero el profeta está disgustado (de hecho con mala cara) en vez de estar agradecido cuando Nínive se arrepiente. Sin embargo, Jonás aprende su lección, cuando Dios usa un viento, una calabacera, y un gusano para enseñarle que Él es misericordioso.

Referencias Proféticas: Es claro que Jonás es un tipo de Cristo, de acuerdo a las propias palabras de Jesús. En Mateo 12:40-41, Jesús declara que Él estará en la tumba el mismo lapso de tiempo que Jonás estuvo en el vientre del gran pez. Él prosigue diciendo que mientras los ninivitas se arrepintieron ante la predicación de Jonás, los fariseos y maestros de la ley, quienes rechazaron a Jesús, estaban rechazando a Uno que es mucho más grande que Jonás. Así como Jonás trajo la verdad de Dios respecto al arrepentimiento y la salvación a los ninivitas, Jesús trae el mismo mensaje (Jonás 2:9; Juan 14:6) de salvación de y a través de Dios solamente (Romanos 11:36).

Aplicación Práctica: No podemos escondernos de Dios. Lo que Él desea es llevar a cabo a través de nosotros lo que debe suceder, a pesar de todas nuestras objeciones y dilaciones. Efesios 2:10 nos recuerda que Él tiene planes para nosotros, y se encargará de que nos ajustemos a ellos. ¡Sería mucho más fácil si nosotros, a diferencia de Jonás, nos sometiéramos a Él sin tardanza!

El amor de Dios se manifiesta a sí mismo en Su accesibilidad para todos, a pesar de nuestra reputación, nacionalidad, o raza. La gratuita oferta del Evangelio es para toda la gente en todos los tiempos. Nuestra tarea como cristianos es ser los medios por los que Dios le diga al mundo sobre la oferta, y regocijarnos en la salvación de otros. Esta es una experiencia que Dios quiere que compartamos con Él, no siendo celosos o resentidos de aquellos que vienen a Cristo en “conversiones de último minuto” o quienes vienen a Él a través de circunstancias diferentes a las nuestras.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Feliz Navidad


Diciembre nuevamente, exactamente quincena, mes de gratificación para los afortunados, mes de planes, mes de un trafico atroz por todos lados, mes en el que nos despedimos del año y por supuesto mes de Navidad.

No soy un amante típico de la navidad pues no me van a ver por allí corriendo detrás del viejo comercialista de barba blanca empleado de la Coca Cola, tampoco me afano buscando regalos para mis primos o mi hermana o mis padres, nada de eso, no me agradan los árboles de navidad y tampoco soy un fan de los nacimientos.
Y algunos en este punto se preguntaran…. ¿Acaso celebras Navidad? Claro que sí, pero las personas creen que Navidad es simplemente hacer algunas de las cosas mencionadas arriba, pero la verdad que eso es mentira.

Me encanta la Navidad porque es por estas fechas en donde celebramos el nacimiento de Jesús quien vino como un niño y creció, se hizo hombre y murió en la cruz por nosotros y por su muerte y resurrección tenemos vida eterna.

Me encanta la Navidad porque es la única época del año en donde podemos entonar los hermosos cánticos navideños inspirados por el Santo Espíritu y que nos llevan muchas veces hasta las lagrimas evocando lo que hizo nuestro Salvador, canto los cánticos navideños con alma, corazón y vida, porque creo que es lo único de la navidad que aun mantiene su verdadero sentido y no se ha perdido y estos cánticos exaltan a quien se merece la gloria nuestro Señor Jesús, tal como lo hicieran aquellos ángeles anunciando el nacimiento del niño hace ya muchos años atrás.

¿Qué harás esta navidad?, ¿te contagiaras de lo mismo que todos hacen?, te doy un consejo, esta navidad pásala en compañía de tus seres queridos y cinco minutos antes de las doce reúnanse todos, tómense de las manos y eleven una oración a Jesús dándole gracias por todo lo que ha hecho por nosotros, pues no merecíamos tal sacrificio y si lo desean también pueden cantar canciones navideñas en familia como “Noche de Paz”.

Feliz Navidad amigos y que Jesús llene sus corazones. 



jueves, 13 de diciembre de 2012

La influencia del niño que nació para morir


El título viene como referencia al pasaje en que José y María llevan al niño recién nacido a circuncidarlo al templo y allí se encuentran con Simeón (Lucas 2.21-35). Simeón era un hombre justo y piadoso, que esperaba la consolación de Israel. En otras palabras, estaba a la espera de la llegada del Mesías que ampliamente había sido prometido por los profetas del Antiguo Testamento.

Lucas nos dice también que era un hombre lleno del Espíritu Santo, y que Dios le había revelado que antes de su muerte habría de ver a ese Mesías prometido. Así que en el momento en que José y María van al templo a presentar a Jesús conforme a lo establecido en la ley de Moisés, el Espíritu de Dios mueve a Simeón para que se encuentre con ellos.

Y tan pronto ve al niño lo toma en sus brazos, y bendice a Dios diciendo:

Lucas 2.29-32
“Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación, La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel”.

Pero lo más asombroso son las palabras proféticas que Simeón pronuncia en los versos siguientes:

Lucas 2.34-35
“He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones”.

Tres cosas profetiza Simeón acerca del niño Jesús:

EL NIÑO JESÚS SERÍA EL CAUSANTE DE UNA PROFUNDA DIVISIÓN

Todos sabemos que el nacimiento del Señor Jesucristo dividió en dos la historia de la humanidad. Cada vez que escribimos una fecha somos obligados a reconocer el impacto de Jesús en la historia. Pero Simeón nos dice aquí que el impacto de su venida sería mucho más profundo. No se trata simplemente de un asunto de fechas, sino de destino. El destino de todos los hombres que han vivido, viven y vivirán, ha quedado indisolublemente conectado con la persona de Cristo. “He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel”. En otras palabras, muchos serán arruinados y destruidos, mientras que muchos otros serán salvados, y lo que marcará la diferencia entre unos y otros se encuentra íntimamente relacionado con ese niño de apenas 8 días de nacido que Simeón tenía en sus brazos en aquel momento. Todos caen o se levantan por Él.

Con la venida de Cristo el mundo quedó dividido en dos grupos: los que creen en Él y los que no creen; los que le aceptan y los que lo rechazan; los que se someten a Su señorío y los que continúan en obstinación. Pero nadie permanece neutral ante Él según el mismo Señor.

Lucas 11.23
“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”.

Es imposible permanecer indiferentes ante la Persona de Cristo. Los que rehúsan postrarse ante Él están tomando la decisión de revelarse contra Él y por eso se arruinarán eternamente.

Pero así como Simeón se refiere a la condenación como una caída, así también habla de la salvación como un levantamiento. El pecador que está postrado en sus delitos y pecados, aplastado por el peso de la culpa, por el peso de una conciencia culpable, es levantado por Dios cuando recibe de Él por la fe completo perdón de todas sus transgresiones.

SE LEVANTARÍA UNA FUERTE OPOSICIÓN EN CONTRA DEL NIÑO JESÚS

“He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma)”. Este niño sería una señal en el sentido de que su vida y su obra no serían un fin en sí mismo. Su misión era señalar el camino hacia el Padre (Juan 14.6). Sin embargo, a pesar de que era una señal muy clara, a pesar de que las marcas de su mesianismo eran tan evidentes, Simeón profetiza que sería contradicha, que se levantaría una fuerte oposición alrededor de Él.

Nunca ha habido nadie tan extraordinario como Cristo. Nadie que haya vivido la vida que Él vivió, ni que haya hablado las palabras que Él habló, ni que haya hecho las cosas que Él hizo. Nadie. Pero tal como fue profetizado, desde su mismo nacimiento, Cristo tuvo que enfrentar esta contradicción de los hombres. Herodes ordenó su muerte siendo apenas un niño de unos 2 años de edad, y eso no fue más que el preámbulo del odio que levantaría a su alrededor a lo largo de toda su vida. Y no porque hubiese defecto alguno en Cristo, por el contrario, el defecto estaba en el corazón de los hombres que no quieren interpretar adecuadamente la señal. Es una señal tan clara como la luz del medio día, pero se rehúsan a verla.

Juan 3.19
“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo el que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas”.

El hombre ama su pecado, y por eso aborrece a Cristo con la misma pasión y el mismo celo con que ama su maldad. Eso levantaría una gran oposición contra Jesús que sería motivo de gran dolor para su madre María. Es a eso que se refiere Simeón cuando le dice en el verso 35 que una espada traspasaría su alma.

A lo largo del ministerio de Cristo, María tendría que padecer un dolor agudo en su corazón por el odio enconado de los hombres contra su Hijo. Su corazón de madre habría de partirse en mil pedazos, como si fuese traspasado por una espada, sobre todo cuando tuvo que contemplar a su Hijo clavado en la cruz.
Ese niño recién nacido, no era otro que el Cordero de Dios que habría de ser sacrificado por los pecados de todo el mundo y de aquellos a quienes Él vino a salvar. Ese niño nació para morir, para dar su vida en rescate por muchos.

EL VERDADERO CARÁCTER DE LOS HOMBRES SERÍA REVELADO EN LA ACTITUD QUE ASUMAN HACIA LA PERSONA DE ESE MESÍAS NIÑO QUE ACABABA DE NACER

Dice Simeón en el versículo 35 que todo eso sucederá “para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones”. En otras palabras, la postura que un hombre asume respecto a Cristo y Su obra revela la verdadera condición de su corazón. “Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz", dice Juan 3.20, "y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas”.

Los hombres ponen muchas excusas para no creer, pero la razón real es que aman el estilo de vida que viven, independientemente de lo que Dios piense al respecto. Puede que sean personas decentes y caritativas, religiosas incluso. Los que mataron a Cristo eran religiosos, algunos de ellos muy celosos de sus tradiciones. Iban al templo todos los sábados, daban diezmos de todo lo que ganaban, y eran externamente intachables. Pero la actitud que asumieron hacia el Mesías reveló con toda claridad que tenían el corazón dañado. No es lo que un hombre dice con su boca, sino lo que hace con Cristo, lo que revela su condición delante de Dios. Él es el único camino de acceso al Padre, la única puerta de entrada para entrar en el reino de los cielos, el único en quien puedes encontrar el perdón de todos tus pecados.

Querámoslo o no, nuestro destino está ligado indisolublemente a Él. Nadie puede evadir esa realidad. Nuestra condición eterna depende de la actitud que asumamos hacia el Salvador de los pecadores que nació hace más de 2000 años en una pequeña aldea de Belén.       

Que el recordar el nacimiento de Jesús, llame a los pecadores al arrepentimiento y a la fe, de manera que puedan ser partícipes de las nuevas de gran gozo que el ángel anunció a los pastores aquella primera Navidad:

Lucas 2.10-11
“No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.

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Libro de Abdías



Autor: Abdías verso 1 identifica al autor del Libro de Abdías como el Profeta Abdías.

Fecha de su Escritura: El Libro de Abdías fue escrito probablemente entre el 848 y el 840 a.C.

Propósito de la Escritura: Abdías, el libro más corto en el Antiguo Testamento, solo tiene 21 versos. Abdías es un profeta de Dios que usa esta oportunidad para condenar a Edom por los pecados contra Dios e Israel. Los edomitas son descendientes de Esaú y los israelitas son descendientes de su hermano gemelo, Jacob. Una pelea entre los hermanos ha afectado a sus descendientes por más de 1,000 años. La división causó que los edomitas prohibieran a Israel cruzar por sus tierras durante el éxodo israelita de Egipto. Los pecados de soberbia de Edom ameritan ahora una fuerte sentencia de juicio por parte del Señor.

Versos Clave: Abdías verso 4, “Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová.”

Abdías verso 12, “Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia.” 

Abdías verso 15, “Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza.”

Breve Resumen: El mensaje de Abdías es definitivo y seguro: el reino de Edom será destruido completamente. Edom ha sido arrogante, alegrándose de los infortunios de Israel; y cuando los ejércitos enemigos atacan a Israel y los israelitas piden ayuda, los edomitas se niegan y eligen pelear contra ellos, no por ellos. Estos pecados de orgullo ya no pueden ser ignorados. El libro termina con la promesa de la plenitud y la liberación de Sión en los “últimos días,” cuando la tierra será restaurada al pueblo de Dios mientras Él gobierna sobre ellos.

Referencias Proféticas: El verso 21 del Libro de Abdías, contiene una referencia profética de Cristo y Su Iglesia. “Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.” Estos “salvadores” (también llamados “libertadores” en muchas versiones) son los apóstoles de Cristo, ministros de la Palabra, y especialmente los predicadores del Evangelio en estos últimos días. Ellos son llamados “salvadores,” no porque ellos obtengan nuestra salvación, sino porque ellos predican la salvación a través del Evangelio de Cristo y nos muestran el camino para obtener esa salvación. Ellos, y la Palabra predicada por ellos, son los medios por los que “las buenas nuevas” de salvación son llevadas a todos los hombres, mientras que Cristo es el Único Salvador, quien vino para comprar esa salvación y siendo Él el autor de ella. La presencia de los salvadores y liberadores del Evangelio será más y más evidente mientras más se acerca el final de los tiempos.

Aplicación Práctica: Dios será el vencedor a favor nuestro, si permanecemos fieles a Él. Contrariamente a Edom, debemos estar dispuestos a ayudar a los demás en tiempos de necesidad. El orgullo es pecado. No tenemos nada de qué sentirnos orgullosos, excepto de Jesucristo, y de lo que Él ha hecho por nosotros.

Libro de Amós



Autor: Amós 1:1 identifica al autor del Libro de Amós como el Profeta Amós.

Fecha de su Escritura: El Libro de Amós fue escrito probablemente entre el 760 y el 753 a.C.

Propósito de la Escritura: Amós es un pastor y recolector de fruta de la aldea judía de Tecoa cuando Dios lo llama, aunque carece de educación o de un trasfondo sacerdotal. La misión de Amós estaba dirigida a su vecino del norte, Israel. Sus mensajes de impedir la condenación y cautividad para la nación por sus pecados, fueron impopulares y desatendidos en gran manera, porque desde los días de Salomón no había habido tiempos tan prósperos para Israel. El ministerio de Amós tiene lugar durante el reinado de Jeroboam II sobre Israel, y Uzías reinaba sobre Judá.

Versos Clave: Amós 2:4 “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.” 

Amós 3:7, “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.”

Amós 9:14, “Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos.”

Breve Resumen: Amós puede ver bajo la externa prosperidad y el poder de Israel; internamente la nación está corrompida hasta la médula. Los pecados por los que Amós reprende al pueblo son extensos: abandono de la Palabra de Dios, idolatría, adoración pagana, avaricia, liderazgo corrupto, y opresión del pobre. Amós comienza a pronunciar un juicio sobre todas las naciones que los rodean, luego sobre su propia nación de Judá, y finalmente el juicio más severo es dado a Israel. Sus visiones de Dios revelan el mismo mensaje enfático: el juicio está cerca. El libro termina con la promesa de Dios a Amós de la futura restauración del remanente.

Referencias Proféticas: El libro de Amós termina con una gloriosa promesa para el futuro. “Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo” (9:15) El cumplimiento definitivo de la promesa de la tierra de Dios a Abraham (Génesis 12:7; 15:7; 17:8) ocurrirá durante el reinado milenial de Cristo sobre la tierra (ver Joel 2:26,27). Apocalipsis 20 describe los mil años de reinado de Cristo sobre la tierra, un tiempo de paz y gozo bajo el perfecto gobierno del Salvador Mismo. En ese tiempo, el creyente Israel y los gentiles cristianos serán reunidos con la Iglesia y vivirán y reinarán con Cristo.

Aplicación Práctica: Algunas veces pensamos que somos un “solo un.” Somos solo un vendedor, granjero o ama de casa. Amós sería considerado un “solo un.” Él no era ni profeta, ni sacerdote, ni el hijo de alguien. Él solo era un pastor, un pequeño comerciante en Judá. ¿Quién lo iba a escuchar? Pero en lugar de poner excusas, Amós obedeció y se convirtió en la poderosa voz de Dios para el cambio. 

Dios ha usado a los “solo un,” tales como pastores, carpinteros, y pescadores a través de la Biblia. Cualquier cosa que seas en esta vida, Dios puede utilizarte. Amós no era mucho. Él era un “solo un.” “Solo un” siervo de Dios. Es bueno ser un “solo un” de Dios.

Libro de Joel



Autor: El Libro de Joel establece que su autor fue el Profeta Joel (1:1).

Fecha de su Escritura: El Libro de Joel fue escrito probablemente entre el 835 y el 800 a.C.

Propósito de la Escritura: Judá, la escena para el libro, es devastada por una gran horda de langostas. Esta invasión de langostas destruye todo – los campos de grano, los viñedos, los jardines, y los árboles. Joel describe simbólicamente a las langostas como la marcha de un ejército humano, y ve todo esto como el juicio divino viniendo contra la nación por sus pecados. El libro se destaca por dos grandes eventos. Uno, es la invasión de langostas, y el otro, el derramamiento del Espíritu. El cumplimiento inicial de esto es citado por Pedro en Hechos 2, habiendo tenido lugar en Pentecostés.

Versos Clave: Joel 1:4, “Lo que quedó de la oruga comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado.”

Joel 2:25, “Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.”

Joel 2:28, “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.”

Breve Resumen: Una terrible plaga de langostas es seguida por una severa hambruna a través de la tierra. Joel usa estos acontecimientos como catalizador para enviar palabras de advertencia a Judá. A menos que la gente se arrepienta rápida y completamente, los ejércitos enemigos devorarán la tierra como lo hicieron los elementos naturales. Joel exhorta a todo el pueblo y a los sacerdotes de la tierra a ayunar y humillarse mientras buscan el perdón de Dios. Si ellos respondieren, habrá renovadas bendiciones materiales y espirituales para la nación. Pero el Día del Señor se acerca. En este tiempo, las temidas langostas, parecerán como mosquitos en comparación, mientras todas las naciones reciben Su juicio. 

El tema principal del libro de Joel, es el Día del Señor, el Día de la ira y del juicio de Dios. Este es el Día en el cual Dios revela Sus atributos de ira, poder, y santidad, y es un día terrible para Sus enemigos. En el primer capítulo, el Día del Señor es experimentado históricamente por la plaga de langostas sobre la tierra. Capítulo 2:1-17 es un capítulo transicional, en el cual Joel usa la metáfora de la plaga de langostas y la sequía para renovar un llamado al arrepentimiento. Los capítulos 2:18-3:21, describen el Día del Señor en términos escatológicos y responde al llamado al arrepentimiento, con profecías de restauración física (2:21-27), restauración espiritual (2:28-32), y restauración nacional (3:1-21).

Referencias Proféticas: Siempre que en el Antiguo Testamento se habla del juicio por el pecado, ya sea un pecado individual o nacional, se profetiza el advenimiento de Jesucristo. Los profetas del Antiguo Testamento advierten continuamente a Israel que se arrepienta, pero aún cuando ellos lo hicieron, su arrepentimiento estaba limitado a la observancia de la ley y a las obras. Los sacrificios de su templo eran solo una sombra del último sacrificio, ofrecido una vez y para siempre, el cual vendría a la cruz (Hebreos 10:10). Joel describe el último juicio de Dios, el cual sucederá en el Día del Señor, diciendo “…grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?” (Joel 2:11). La respuesta es que nosotros, por nosotros mismos, nunca podremos soportar tal suceso. Pero si hemos puesto nuestra fe en Cristo para la expiación de nuestros pecados, no tenemos nada que temer del Día del Juicio.

Aplicación Práctica: Sin arrepentimiento, el juicio será duro, total, y seguro. Nuestra confianza no debe estar en nuestras posesiones, sino en el Señor nuestro Dios. A veces, Dios puede usar la naturaleza, el dolor, u otros sucesos comunes para acercarnos a Él. Pero en Su misericordia y gracia, Él ha provisto el plan definitivo para nuestra salvación –Jesucristo, siendo crucificado por nuestros pecados y cambiando nuestro pecado por Su perfecta justicia (2 Corintios 5:21). No hay tiempo que perder. El juicio de Dios vendrá de repente, como un ladrón en la noche (1 Tesalonicenses 5:2), y debemos estar preparados. Hoy es el día de salvación (2 Corintios 6:2). “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” (Isaías 55:6-7). Solo apropiándonos de la salvación de Dios, podremos escapar de Su ira en el Día del Señor.

Libro de Oseas



Autor: 
Oseas 1:1 identifica al autor del libro como el Profeta Oseas. Es la narración personal de Oseas de sus mensajes proféticos a los hijos de Dios y al mundo. Oseas es el único profeta de Israel que dejó algunas profecías escritas, las cuales fueron registradas durante los últimos años de su vida.

Fecha de su Escritura: Oseas, el hijo de Beeri, profetizó durante un largo período, del 785 al 725 a.C. El Libro de Oseas fue escrito probablemente entre el 755 y el 725 a.C.

Propósito de la Escritura: Oseas escribió este libro para recordar a los israelitas –y a nosotros- que el nuestro es un Dios de amor, cuya lealtad al pacto con Su pueblo es inalterable. A pesar del continuo extravío de Israel al ir tras falsos dioses, la fidelidad del amor de Dios es representado en el sufrimiento del esposo de la mujer infiel. El mensaje de Oseas es también uno de advertencia para aquellos que dieran la espalda al amor de Dios. A través de la presentación simbólica del matrimonio de Oseas con Gomer, el amor de Dios por la nación idólatra de Israel es revelado en una rica metáfora en los temas del pecado, el juicio, y el amor que perdona.

Versos Clave: Oseas 1:2, “El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.”

Oseas 2:23, “Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.”

Oseas 6:6, “Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.”

Oseas 14:2-4, “Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios. No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia. Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.”

Breve Resumen: 
El Libro de Oseas puede ser dividido en dos partes: (1) Oseas 1:1-3:5 es una descripción de una esposa adúltera y un esposo fiel, símbolo de la infidelidad de Israel hacia Dios a través de la idolatría, y (2) Oseas 3:6-14:9 contiene la condenación de Israel, especialmente Samaria, por la adoración de ídolos y su eventual restauración. 

La primera sección del libro, contiene tres diferentes poemas ilustrando cómo los hijos de Dios regresan una y otra vez a la idolatría. Dios le ordena a Oseas casarse con Gomer, quien después de haberle dado tres hijos, abandona a Oseas para ir tras sus amantes. El énfasis simbólico puede ser claramente visto en el primer capítulo, mientras Oseas compara las acciones de Israel con el abandono del matrimonio para vivir como una prostituta. La segunda sección contiene la denuncia de Oseas de los israelitas, pero seguido por las promesas y las misericordias de Dios. 

El Libro de Oseas es un registro profético del infinito amor de Dios por Sus hijos. Desde el principio de los tiempos, la ingrata e inmerecedora creación de Dios, ha estado recibiendo el amor, la gracia, y la misericordia de Dios, mientras aún es incapaz de refrenar su maldad. 

La última parte de Oseas muestra como una vez más, el amor de Dios restaura a Sus hijos, perdonando sus transgresiones, cuando ellos se vuelven a Él con un corazón arrepentido. El mensaje profético de Oseas predice la venida del Mesías de Israel, 700 años en el futuro. Oseas es citado en el Nuevo Testamento.

Referencias Proféticas: Oseas 2:23 es el hermoso mensaje profético de Dios de incluir a los gentiles [los no judíos] como Sus hijos, como también está escrito en Romanos 9:25 y 1 Pedro 2:10. Los gentiles no son originalmente “el pueblo de Dios,” pero a través de Su gracia y misericordia, Él nos ha dado a Jesucristo, y por la fe en Él somos injertados en el árbol de Su pueblo (Romanos 11:11-18). Esta es una asombrosa verdad acerca de la Iglesia, una que es llamada un “misterio,” porque antes de Cristo, el pueblo de Dios era considerado únicamente el pueblo judío. Cuando Cristo vino, los judíos fueron endurecidos temporalmente “hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.” (Romanos 11:25)

Aplicación Práctica: El Libro de Oseas nos asegura el amor incondicional de Dios por Su pueblo. Pero también es un cuadro de cómo Dios es deshonrado y provocado a ira por las acciones de Sus hijos. ¿Cómo puede un hijo, a quien se le ha dado abundancia de amor, misericordia, y gracia, tratar a un Padre con tanta falta de respeto? Aún así, nosotros hemos hecho exactamente lo mismo por siglos. Mientras consideramos cómo los israelitas le dieron la espalda a Dios, necesitamos observar no más allá del espejo frente a nosotros, para ver el reflejo de esos mismos israelitas.

Solo recordando cuánto ha hecho Dios por cada uno de nosotros, podremos ser capaces de evitar rechazar a Aquel que puede darnos vida eterna en la Gloria, en lugar del Infierno que merecemos. Es esencial que aprendamos a respetar a nuestro Creador. Oseas nos ha mostrado que cuando cometemos pecado, si tenemos un corazón quebrantado y una promesa de arrepentimiento, entonces Dios nos mostrará nuevamente Su amor eterno (1 Juan 1:9).